1. Fabricación de urea-formaldehído
Si bien los fabricantes pueden producir resinas de urea-formaldehído en masa a un precio relativamente bajo, el proceso en sí parece un poco complicado. Primero producen urea a partir de dióxido de carbono y amoníaco a temperaturas de 135 a 200 grados centígrados y presiones de 70 a 230 atmósferas. Luego producen formaldehído haciendo reaccionar el dióxido de carbono con hidrógeno u oxidando el metanol extrayéndolo del petróleo. El petróleo es la forma en que existía la gasolina antes de que la gente la refinara para convertirla en gas utilizable.
Cuando se combinan la urea y el formaldehído, se forman polímeros ramificados y lineales y una matriz tridimensional en la resina curada resultante. Las funciones de la urea y el formaldehído son las responsables de la formación de estas estructuras. La urea tiene cuatro funcionalidades debido a cuatro átomos de hidrógeno reemplazables, mientras que el formaldehído tiene dos funcionalidades. También hay factores en el proceso de fabricación que afectan las características del producto final. Estos efectos son:
Molaridad relativa, reactivos, temperatura de reacción, pH al que se produce la condensación
2. El uso de resina de urea-formaldehído
Las resinas de urea-formaldehído tienen una propiedad termoendurecible única que les permite encajar en espacios confinados y de formas extrañas. Ejemplo:asiento del baño. Más relevante que nunca para las vacunas COVID-19, la urea-formaldehído actúa como conservante en productos médicos como las vacunas. Esta función de la urea-formaldehído es crítica porque inactiva el virus en la vacuna para que su cuerpo experimente y aprenda a combatir la enfermedad sin que realmente arraigue y la provoque.
